
El combate es el núcleo de la jugabilidad de Sekiro: Shadows Die Twice. Aunque tiene similitudes con otros títulos de FromSoftware como Dark Souls o Bloodborne, el enfrentamiento contra enemigos resulta en una combinación de tácticas y dominio de los sistemas del videojuego.
Las mayores diferencias con respecto a los títulos anteriores son la ausencia de estadísticas y armaduras, enfatizando el uso adecuado de las armas y aprendiendo las debilidades de los enemigos para lanzar el golpe letal.
Conceptos básicos[]
En lugar de abatir al enemigo a través de innumerables cortes, el juego se basa en la postura: un recurso regenerador que determina qué tan bien tus enemigos, y tu personaje, pueden mantener su posición. Atacar a los enemigos agota su postura, hasta que finalmente pierden su equilibrio y son vulnerables a un único y devastador ataque.
Sin embargo, el mismo principio se aplica a Sekiro: los ataques repetidos de los enemigos agotarán su postura, dejándolo vulnerable para el mismo tipo de ataque. El esquivar ayuda a mantener la postura, pero puede colocar al personaje en una posición poco recomendable en el campo de batalla, mientras que los bloqueos deben sincronizarse bien para mantener la postura. Sin embargo, una sincronización magistral agotará la postura del enemigo.
Los ataques entrantes se detectan utilizando el Sentido Kanji, que muestra una marca de advertencia roja sobre el atacante.
Esquivar[]
Las evasiones permiten a Sekiro alejarse de su oponente y es un componente esencial del combate, ya que la mayoría de los enemigos tienen un ataque que no puede ser detenido. Aprender sus indicios y señales para esquivar es necesario.
Desvíos[]
Los desvíos consisten en el bloqueo de un ataque entrante basado en el tiempo. Un bloqueo bien ejecutado en el tiempo agotará la postura del enemigo y dejará a Sekiro intacto. De no ser así, el protagonista saldrá perjudicado.
Resucitar[]
En caso de que Sekiro reciba algún golpe fatal y termine perdiendo su vida, el jugador puede decidir si quiere morir definitivamente o resucitar mediante la técnica de Resurrección. Esta habilidad solo se recargará después de despachar a un enemigo, pero permite morir estratégicamente para tener una mejor oportunidad de colocarse en el campo de batalla.
Combate con sigilo[]
Como shinobi, Sekiro tiene a su disposición un amplio abanico de opciones, centradas en el sigilo y en eliminar enemigos con ataques precisos.
- La herramienta más común, cuando se combina con el gancho de agarre, es la inmersión; permitiendo saltar sobre los enemigos para infligir daño o matarlos instantáneamente cuando se los descubre desprevenidos.
- Sekiro también puede acercarse sigilosamente a los enemigos, permitiendo derribos instantáneos.
- Las emboscadas en los pasillos y los escondites son también una forma de eliminar a los enemigos más débiles y amontonar turbas en tamaños más manejables.
Prótesis[]
La prótesis que reemplazó el brazo original de Sekiro puede modificarse con una variedad de accesorios para darle una ventaja en el combate y permitir nuevas estrategias en el mismo. Como la mayoría de los ataques, los golpes del brazo protésico pueden emparejarse con ataques regulares para ejecutar combos devastadores, agregando otras formas de despachar enemigos mejor que utilizando la Postura.